¿Una emisora de todito?

Aceptable que en la Navidad y en las vísperas de Nuevo Año su programación tenga alta dosis de música tropical, propia de la temporada. Así ocurría en cada diciembre.

Pero de ahí a que hasta el día de hoy la emblemática emisora de la Gobernación del Meta en su parrilla musical haga sonar melodías de todos los géneros, menos de JOROPO, es criticable. Soy asiduo oyente de la otrora joropera emisora y como tal en los últimos días al encender mi radio, de inmediato creí que había cambiado el dial puesto que la música llanera no suena.

Ignoro las razones para que en la mitad del mes de enero la 106.3 FM suene como cualquiera de las otras emisoras comerciales, o como si una nueva estuviera en emisiones de prueba, porque indistintamente mezclan temas bailables, de despecho, baladas, boleros, ect, ect.

Será que en la Secretaría de Prensa del Meta no se han dado cuenta que con dicha desordenada hibridación musical, a la emisora de la gobernación le están menoscabando su identidad folclórica llanera, construida durante muchos años.

Supongo que los turistas andinos se extrañaron al no poder sintonizar joropos en la emisora oficial, que paradójicamente con mucha potencia funciona desde la «puerta del Llano». Un impacto de lo anterior es, que a sus cientos de oyentes nos vienen ahuyentado de su frecuencia 106.3 FM.

Sin ironía alguna digo, que en esos días escuché más joropos en mi casa y en los puestos de ventas estacionarias localizados en las afueras del antiguo almacén Ley, que en La Voz de la Esperanza.

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