Unillanos patrimonio y orgullo del País del Orinoco

El Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior -ICFES- con el Acuerdo #6 del 22 de enero de 1975 otorgó licencias de iniciación de labores a los programas Veterinaria y Zootecnia, Agronomía, Enfermería y licenciatura en educación con especialidad en Ciencias Agropecuarias.

Ver: De Boyacá a los Llanos casanareños

A su vez, en febrero del mismo año a la licenciatura en educación le dio licencia para la especialidad en Matemáticas y Física. De esta manera, la primigenia comunidad universitaria regional quedó integrada por los estudiantes, el reducido número de profesores y el poco personal administrativo.

Como la entidad de educación superior nació sin cuna propia, mediante convenio con el colegio INEM por dos años funcionó en un sector de ese plantel. El villavicense Ernesto Jara Castro, de profesión educador, se desempeñó como el primer rector.

Creo no equivocarme al decir, que los iniciales mobiliario y equipos de laboratorios a la Utello se los donó una entidad nacional denominada Icolpe, que el Ministerio de Educación acababa de liquidar.

Igual, que en la proximidad del trasteo para el ahora campus Barcelona, tuvo el primer parque automotor -también donado y de segunda-, compuesto por una camioneta Dodge y un largo bus que por lustros sirvió para el transporte de profesores y administrativos. A ese carro de rojo lo pintaron.

Dentro de la memoria institucional debe estar el registro del pionero vehículo comprado nuevo, fue un automóvil Renault 6 placas IN 3512, color verde oliva, que llegó para el servicio del rector.

En casa propia:
Cuando la sede propia estuvo construida en el terreno de 43 hectáreas que doña Felicidad (Fela) Barrios donó de su hacienda Barcelona, en la región de Apiay, vino la mudanza de la Utello al distante lugar que fue conquistado por la pequeña familia universitaria.

Pero antes hubo que tumbar monte para armar uno a uno los bloques, a los que por su diseño los estudiantes les dieron el nombre de “galpones”.

Bueno es recordar, que meses antes del trasteo ocurrió la inauguración oficial de la sede definitiva en sector rural, campus que a la postre se llamó sede Barcelona.

El acto público se cumplió en enero de 1977 con la presencia del presidente Alfonso López Michelsen y su ministro de Educación Hernando Durán Dussán, personaje político con fuertes nexos sanmartineros, quien resultó clave en el proceso de creación oficial de la institución de educación superior llanera.

Ese día ocurrieron particulares hechos, no contemplados en la programación oficial, por cuenta del público que se unió a dicho acto.

Cabe comentar, que en esos años los profesores -en su mayoría- no tenían carro propio y que la lejanía les motivó la adquisición de automóviles.

Para entonces la rectoría estaba a cargo del Químico Eduardo Pinzón Quintero, oriundo de Puerto Carreño, Vichada. Coincidencia es que su vicerrector académico, de apellido Niño, también era de la misma profesión.

De Utello a Unillanos
Décadas después de creada a la entidad le cambiaron su nombre primigenio, Utello, así que en adelante se llamó Universidad de los Llanos, Unillanos.

Quizá el primer convenio interinstitucional académico:
Espero no errar al decir que el primer convenio interinstitucional académico de la Unillanos fue con el proyecto MAB (Man and the Biosphere) de la UNESCO, del cual nuestra entidad recibió una camioneta Toyota azul con placas diplomáticas YT 0877, un bote metálico con motor y otros equipos.

El biólogo Miguel Ángel Mazorra V., profesor de la universidad, tuvo a su cargo la dirección del proyecto que funcionó en la sede de Restrepo, propiedad recién entregada en comodato por ese municipio.

Y ocurrió la primera graduación:
Según los recuerdos de Clemencia Torres Maldonado, ella se graduó como licenciada en Ciencias Agropecuarias en la primera ceremonia ocurrida el 7 de agosto de 1981, a la cual asistió el presidente Julio César Turbay Ayala y la rectoría estaba en cabeza de Carlos Enrique Garzón G.

Este evento tuvo como sede el teatro Maiporé, hoy Municipal Rosita Hoyos de Mejía. Quiere decir, que pronto se cumplirán 36 años de la inicial cosecha de egresados unillanistas.

Mientras en 1975 fueron cinco las carreras fundadoras, hoy la Unillanos oferta 15 programas de pregrado, 15 especializaciones, 2 tecnologías, 6 maestrías y 1 doctorado, el único en toda la región.

Del mismo modo, en convenio con instituciones de educación media oferta 2 programas de ciclo técnico.

2017: en las rutas de la Acreditación Institucional y de la construcción de paz

Coincide el presente año con los primeros meses del periodo del posconflicto armado y de la construcción de una paz estable y duradera, también con el proceso de autoevaluación de las doce condiciones contempladas por el Ministerio de Educación Nacional para alcanzar la acreditación institucional, bajo el eslogan: “Unillanos, excelencia que irradia el territorio”.

Mientras se cumple este complejo proceso oficial, hay que decir que las comunidades de los cercanos y distantes territorios de la Orinoquia hace años que a la Universidad de los Llanos le otorgaron su acreditación social, respaldo que se refleja tanto en el alto reconocimiento como en la profunda querencia por la institución.

Los colectivos sentires han se han generado durante el transcurso de su corta vida académica, y en ese reconocimiento tienen mucho que ver los egresados graduados, que desde 1981 han prestado sus servicios profesionales en territorios los siete departamentos orinoquenses.

El 42 aniversario de vida académica a la comunidad unillanista -profesores, estudiantes y administrativos- le marca dos grandes compromisos con el desarrollo integral de la dilatada región de influencia: la mitigación del cambio climático y la construcción de una paz estable y duradera.

¡Unillanos, patrimonio y orgullo del País del Orinoco!