Intimidaba a sus víctimas con panfletos y mensajes de texto en los que exigía dinero a cambio de respetarles la vida y a sus familiares.
El informe de Futuros Urbanos destaca que la llamada y las redes sociales son los medios más empleados por los delincuentes para extorsionar.
La mayor parte de las llamadas extorsivas, se realizan desde los centros penitenciarios.
El joven fue capturado en flagrancia cuando recibía dinero de manos de la víctima.
Podrían pagar entre 6 y 12 años de prisión.