La Alcaldía no está preparada para asumir los servicios de tránsito: Sertravi

A pocos días de que finalice el contrato de concesión de los servicios de tránsito de Villavicencio con el consorcio Sertravi, su gerente, Gina Paola Torres, aseguró que la Secretaría de Movilidad no está lista para asumir tal responsabilidad.

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«No los veo preparados por algo tan sencillo como que nosotros estamos dando la capacitación final y vemos con sorpresa que están asistiendo ocho o nueve personas nada más, cuando deberían estarla aprovechando un número de 50 personas, no sé cuántas vaya a vincular la administración, nosotros preveíamos eso», dijo Torres en entrevista para RCN Radio.

No obstante, agregó que «desconozco si ya tienen el convenio de recaudo con las entidades, si ya tienen el convenio de web service con RUNT, si ya tienen las hojas de vida del personal que van a ocupar, y es un personal que no puede ser de OPS porque debe cumplir subordinación, dependencia y horario».

Y a la preocupación de Torres se sumó la del exalcalde Raúl Franco Roa, quien fue el que decidió concesionar ese servicio, según él, como medida para combatir la corrupción que había en la Secretaría de Tránsito.

Franco dijo en los micrófonos de RCN que «cuando nosotros recibimos la Alcaldía, supimos que varios alcaldes anteriores hicieron pilatunas con el organismo de tránsito».

Entre las «pilatunas» a las que se refiere el exalcalde están la expedición de licencias de tránsito sin tener los rangos, es decir, sin autorización del Registro Nacional de Tránsito; y aumentar el número de taxis y busetas sin los estudios que respaldaran la necesidad de esa decisión.

Roa dijo también que en ese entonces no había un sistema de seguridad para custodiar las carpetas de los vehículos matriculados en Villavicencio, custodia que es responsabilidad del alcalde. «Si a alguien le robaban su carro matriculado en Villavicencio, los delincuentes tenían los tentáculos para ingresar a la Secretaría de Tránsito y cambiar los documentos, las facturas, por otra propiedad», aseveró.

A su parecer, el modelo era idóneo, sin embargo, habría sido las decisiones de alcaldes como Juan Guillermo Zuluaga, de vincular las foto multas, y la de Wilmar Barbosa, de hacer propio con la concesión de patios y grúas, las que lo «contaminaron».

Para Raúl Franco, Sertravi ha cumplido a satisfacción el objeto del contrato.

Sertravi se va luego de una década de operación dejándole al municipio ingresos por cerca de $54.000 millones; una sede construida de más de 1.100 metros cuadrados, dotada con más de $1.000 millones en equipos tecnológicos, y un parque automotor con 115.000 carpetas digitalizadas.

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