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Ka Aristizábal, pasión por el arte y la moda
Estudió seis semestres de derecho, pero su pasión por el arte y la moda, pudo con todo. Ahora plasma paisajes, figuras coloridas y traza increíbles piezas artísticas en sombreros, accesorios, carteras, sandalias y pavas. Es la Historia de Katherine Aristizábal.
A Villavicencio hace 9 años aproximadamente llegó una joven caldense con ganas de comerse el mundo, con muchos retos que cumplir, pero sobre todo con el objetivo de demostrar de que estaba hecha, de manifestarle al resto que si podía aunque no confiaran ni creyeran en ella, sin embargo esos deseos se quedaron pasmados en su momento puesto que la realidad de la vida no era la que creía.
Se trata de Katherine Aristizábal, una chica emprendedora que ha tenido que superar cientos de obstáculos, inicialmente decidió estudiar Derecho porque su familia y amigos le decían que era importante estudiar una carrera profesional de peso, de esas que la sociedad considera “de verdad” y no algo que tuviera que ver con el arte y los hobbies que la gente normalmente practica con el fin de pasar el tiempo libre, debido a que eso no sería suficiente para llevar una vida digna.
Ella, sin embargo como una mujer completamente disciplinada, emprendió su camino en el mundo del derecho, casos vienen casos van, y así poco a poco fue alcanzando profesionalismo, creando reconocimiento, escalando peldaños y sobre todo relacionándose en el medio siendo sólo una estudiante. Relata lo difícil que es estudiar y trabajar al mismo tiempo, los horarios son extensos, el cansancio es permanente, el tiempo es completamente corto, no hay momentos para amigos, familia, pareja y menos para disfrutar del mundo.
Luego de seis semestres en una universidad haciendo el intento de convertirse en una gran abogada y de no ver resultados positivos a pesar del esfuerzo y la dedicación que ponía, decidió “parar el bus” y bajarse de él, no era lo suyo, no la satisfacía, no era lo que soñaba noche y día, puesto que desde muy niña siempre estuvo interesada por el arte, por dibujar, utilizar pinturas y crear figuras novedosas con sus manos, era un talento completamente innato que algún día tendría que aprovecharse.
A pesar de las dificultades, Ka Aristizábal, como se hace llamar artísticamente, comenzó a incursionar en el mundo del arte, del diseño, de LA MODA, relacionó su gusto por los sombreros aguadeños con el talento con las pinturas, para empezar a trazar increíbles piezas artísticas, comenzó a plasmar paisajes y figuras coloridas, todo con el fin de darle vida a los sombreros con múltiples diseños innovadores.
Poco a poco Aristizabal fue descubriendo que el arte si era lo de ella, se fue dando cuenta que anqué habían tropiezos su talento la podría convertir en una gran empresaria, comenzó a visionarse, a ser perseverante, a tener claro cuál era su objetivo y sobre todo, a no permitir que ningún comentario negativo obstaculizara su nuevo reto, el de ser una reconocida diseñadora de sombreros aguadeños en el departamento del Meta y en el país.
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Luego de ver que este tipo de sombre estaba teniendo una excelente acogida, decidió diseñar nuevos accesorios, como carteras, sandalias y pavas, con el fin de ampliar su público objetivo y de satisfacer los gustos de las personas, pues no a todos les agrada los “Aguadeños” además, al ver que algunos clientes no se sentían plenamente interesados por la pintura, se animó a crear artículos con bisutería, una idea innovadora que llamó la atención de muchos.
Ka, considera que es importante la inspiración en el momento de elaborar las piezas, pues debido a esto, se puede sobre pasar las expectativas de los clientes, es por eso que cuando comienza a crear arte con sus manos se entrega totalmente, se olvida que el mundo existe, lo ve como una terapia medicinal que la hace sentir bien, tranquila, inspirada.
Ella, recuerda muy bien que siempre ha tenido gusto por la pintura, incluso, asegura que lo hace desde los once años y que nunca ha estudiado nada relacionado con esta técnica y aunque siempre ha querido obtener conocimiento profesional, por falta de tiempo le ha sido casi imposible, sin embargo, su agilidad y versatilidad con las manos la convierten en una diseñadora completamente empírica.
En los últimos años la acogida que ha tenido Ka y su empresa ha sido increíble, ha tenido la oportunidad de participar en diferentes eventos empresariales, donde reúnen a los mejores emprendedores de la región, disfrutó del último evento realizado por “Inspiradoras” el cual busca generar y promover espacios de empoderamiento en pro de la mujer, como cultura, deporte, finanzas, tecnología; entre otros.
Esta joven promesa de la moda, a pesar de la falta de tiempo, recursos económicos y manos para plasmas todas esas ideas acumuladas, asegura y de manera respetuosa, que no tiene absolutamente nada que envidiarle a las grandes marcas, pues sus extraordinarios diseños la hacen única, diferente; y es así, cuando enseña sus artículos, la reacción de las personas es asombrosa y automáticamente quieren verlos, tocarlos, preguntar por ellos, comprarlos en el instante.
Aristizábal, no cuenta con una tienda donde pueda vender sus sombreros y accesorios, porque ha visto en las redes sociales una oportunidad de negocio para llegar más fácil a la gente, estas plataformas digitales permiten que los diseños de Ka sean más visibles, que los amantes de este tipo de artículos puedan verlos desde su teléfono en cualquier momento y no necesariamente desde una vitrina.
Finalmente, Aristizábal espera que para este nuevo año 2018, pueda cumplir todos sus objetivos, plasmar todas las ideas novedosas que tiene proyectadas, duplicar el número de ventas, y lo más importante, crear reconocimiento en el mundo de la moda, siendo una inspiración para jóvenes que tienen sueños y no se han decidido a salir al mundo y luchar por ellos sin importar los impedimentos.
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