¡Ojo con la mala atención turística en las piscinas del Güéjar!
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- Publicado en Sep 04, 2017
- Opinión
Quienes en este sitio me leen, saben que he sido frecuente divulgador de los hermosos escenarios naturales de Lejanías, patrimonios que avizoran grandes oportunidades para la economía turística de esa municipalidad agrícola.
Con el fin de apoyar procesos de la administración lejaniense, allí han llegado instituciones públicas y privadas que brindan capacitaciones en diferentes campos del sector turístico, en las que participan interesados en dicha naciente actividad comercial.
Más sin embargo, el pasado viernes tuve una nada grata experiencia con dos turistas casanareños (marido y mujer), amigos a quienes desde Villavicencio les sugerí ir a Lejanías.
Él y ella están muy agradecidos con las personas del Cuerpo de Bomberos, porque tanto en el área urbana como las piscinas del río Güéjar les brindaron orientación y guianza.
Pero lo mismo no dicen del servicio al cliente encontrado en el negocio cercano a las piscinas naturales al que llegaron en su vehículo, pues no obstante consumir allí una picada para ellos y el guía (lo más cómodo en costo que había), les cobraron servicio de parqueadero, cuando no había más clientela ni carros.
Asombrados mis amigos se mostraron por los exagerados precios del restaurante de ese establecimiento: sancocho de gallina $100 mil, no hay opción menor, y cachama frita pequeña $20 mil, además de la no buena presentación personal de quien los atendió. Debo contar aquí, que cuando por teléfono mi amigo me contó esa novedad, me dio vergüenza por haberle insistido ir hasta allá.
Me sentí tranquilo cuando me resaltó el oportuno apoyo que les brindaron tanto los Bomberos como mis amigos de la empresa Güéjar, frontera salvaje, a quienes primero contacté para avisarles de esa visita.
Por lo anterior, de manera respetuosa llamo la atención del señor alcalde de Lejanías, amigo René Galindo, y en especial del funcionario que desempeña el cargo de Turismo municipal, porque si la experiencia de dicho establecimiento se está repitiendo en los demás del sector turístico del río Güéjar, los perjudicados directos son los visitantes y por consiguiente el municipio que gana mala imagen por el maltrato al turista.
Ante el auge de negocios en la región de Miravalles del Güéjar, pregunto: ¿Por allí ya han estado la Cámara de Comercio y la DIAN?