Mi rápido análisis al Día sin carro y sin moto en Villavicencio

Sentí sensación de soledad, no por la gente en las calles sino por lo extraño que el paisaje urbano se ve sin motos ni vehículos.

Hacia las 4 de la tarde salí al centro de la ciudad y pude ver lo obvio, que no había carros particulares ni motocicletas transitando. Aprecié: movimiento peatonal -no masivo-, gente haciendo fila esperando que abrieran los bancos, tranquilidad de los peatones, algunos almacenes con clientes, la plazuela de los Centauros con la acostumbrada presencia ciudadana.

Sentí sensación de soledad, no por la gente en las calles sino por lo extraño que el paisaje urbano se ve sin los centenares de vehículos (autos y motos) parqueados o generando trancones y pitando.

Las fotos con las que ilustro esta nota corresponden a la calle 38 o de los bancos, habitualmente colmada de tráfico automotor.

Beneficios de la jornada:
a) disminuyó la contaminación auditiva y del aire,
b) los niveles callejeros de estrés también bajaron,
c) disminuyeron los índices de accidentalidad de los motociclistas y por tanto las salas de urgencias de las clínicas y del hospital pudieron atender con prontitud a pacientes no accidentados, quizá el índice de muertos por siniestros de motos también cayó, y como resultado de no heridos ni muertos hay: tranquilidad familiar, baja en incapacidades laborales, conductores no privados de su libertad, ni automotores en los patios.
d) los taxistas y conductores de buses y busetas tuvieron buen trabajo.

Perdieron con la jornada:
a) algunos comerciantes
b) los servicios de ambulancias
c) los parqueaderos

Acoto, que la gran mayoría de personas que por la ciudad van en carros y motos no son clientes fijos del comercio, por tanto no se puede asegurar que el Día sin carro ni motocicletas hizo disminuir las ventas.

 

Cámara Lenta del Día sin Carro en la Glorieta de Villavicentro. Hora 6:30 Pm #Villavicencio

Una publicación compartida de ViveElMeta.com (@viveelmeta) el 19 de Abr de 2017 a la(s) 8:13 PDT