¿Pescando en río revuelto? estos son los políticos tras protestas en peajes del Meta

Desde agosto, el Meta ha sido testigo de una serie de protestas en los peajes de Puente Amarillo, La Libertad, Ocoa e Iracá, las cuales han impedido la recaudación de más de 31.000 millones de pesos, según la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI).

Lo que empezó como una expresión de descontento ciudadano frente al alto costo de los peajes, ha ido evolucionando en un escenario donde varios políticos intentan sacar provecho.

La ANI solicita a mandatarios del Meta levantar protestas en peajes

Uno de los nombres que destaca en esta lista es el de Gabriel Parrado, representante a la Cámara y quien, a pesar de no mostrar una gestión clara en beneficio del Meta, ha adoptado la causa de la protesta como bandera personal.

Parrado, desde su curul en el Congreso de la República, aprovecha su visibilidad en redes para emitir mensajes de apoyo a los manifestantes, aunque esto pueda parecer contradictorio, ya que su partido es parte del mismo Gobierno al que los ciudadanos cuestionan.

Otro político que ha aprovechado el clima de malestar es David Mora, una figura joven de la región que se ha presentado como vocero de los manifestantes en Puente Amarillo. Mora, un político llanero que ha buscado sin éxito un lugar en la Cámara de Representantes bajo el partido Dignidad, intenta ganar terreno en la opinión pública, promoviendo una retórica de lucha ciudadana.

El viejo conocido Arley Gómez, famoso por su largo activismo en el movimiento ‘No + peaje’, también figura entre los interesados en el impacto político de estas manifestaciones. Si bien asegura que su labor no tiene trasfondo electoral, es innegable que el rechazo a los peajes apalancó su candidatura a la Gobernación del Meta, que desembocó en una curul en la Asamblea departamental, y más adelante su candidatura al Senado.

Camilo Acero, otro político de la región, también se alinea con el descontento en el peaje de La Libertad, mientras que en el peaje de Iracá un excandidato al Concejo de Granada ha encontrado en las protestas una oportunidad para conectar con los ciudadanos.

La pregunta, entonces, es: ¿hasta qué punto estas protestas se mantienen como una expresión auténtica de inconformidad popular, y en qué medida se han convertido en un trampolín para políticos en busca de protagonismo?

Los ciudadanos tienen el derecho a exigir condiciones justas y razonables en el uso de las vías, pero la instrumentalización de sus causas no solo es cuestionable, sino que oscurece el verdadero propósito de su lucha.