Póker para principiantes, ¿cuáles son las opciones más convenientes?

El póker figura entre los juegos de azar favoritos de todos los tiempos; su origen se remonta hasta hace más de 200 años, tiempo suficiente para ir evolucionando y creándose diversas modalidades en función de la región donde se jugará y las instituciones encargadas de su regulación.

Precisamente esta variedad es la que genera un poco de temor en los jugadores novatos, resultando conveniente dar sus primeros pasos con modalidades que permitan ir puliendo las destrezas antes de encarar las mesas más desafiantes como las que esperan en apostar en línea.

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Tipos de póker para principiantes

Aunque la variedad de tipos de póker es suficiente para ajustarse a distintas clases de jugador, son tres las variantes que gozan de mayor popularidad: el póker abierto, el póker cerrado y el póker de cartas compartidas.

Sin embargo, los juegos están divididos de acuerdo al número de cartas empleados, modificando tanto la rapidez del juego como la dinámica y combinación de las manos.

De acuerdo a los jugadores experimentados, es el póker tapado con 5 cartas la modalidad más simple, por ende, la más recomendada para jugadores novatos que deseen aprender la dinámica del juego, ya que por regla, no es ofrecido en los casinos.

Juegos con siete cartas 

El seven-card-stud es por mucho la modalidad indicada para jugadores inexpertos que avanzan en el camino hacia el dominio del juego una vez superada la dinámica con 5 cartas. La variantes, se distingue por el empleo de apuestas fijas y uso de ciertas cartas como comodines, algo común en las manos de póker mixto.

Las destrezas adquiridas son las que permiten enfrentar modalidades más profesionales y especializadas, resultando erróneo para un jugador inexperto, aventurarse a modalidades como el Omaha Hold’em o el Texas Hold’em, dos de las más comunes en los casinos y que requieren conocimiento profundo.

El secreto para aprender a dominar una mano de póker

El jugador novato debe entender que formar una habilidad en póker no es algo que se logra de la noche a la mañana; si bien no existe una fórmula exacta para convertirse en profesional, ciertamente dominar una mano depende en gran medida de aprender a bluffear.

Este término, se resume como la capacidad del jugador de engañar o mentir respecto a sus carta, o lo que es igual, la habilidad de disimular frente a los otros jugadores una mano buena a fin que se aventuran a apostar y no salgan.

Jugar con personas que conozcan bien al jugador es la mejor forma de practicar el bluffing, siendo estas las indicadas para descubrir sus intenciones, conseguir engañarlas maximiza las probabilidades de lograrlo con terceros.

Enfrentar la primera mesa con confianza

Indistintamente de lo desafiante de la mesa que enfrenten, profesionales del póker se muestran seguros de sí mismos, depositando en sus habilidades la confianza para encarar el reto.

Las destrezas deben acompañarse del manejo de las emociones, mucha determinación y auto confianza; la práctica es indispensable, dependiendo de ella la mejora e incremento de las posibilidades de alcanzar resultados favorables.