El suplicio comenzó el 19 de julio, cuando los padres del niño le solicitaron a la EPS Capital Salud una ambulancia para llevarlo por urgencias, a razón de síntomas que evidenciaban deterioro en su salud como fatiga y rechazo de los alimentos. La solicitud la atendió el ICBF y luego de cinco horas de espera en una sala de urgencias, el bebé no recibió atención, así que regresó con sus padres a la comunidad y la medicina tradicional lo ayudó por las siguientes semanas.
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En la mañana del domingo 14 de julio, Mateo presentó los síntomas nuevamente y fue llevado al hospital. Según relataron sus familiares a un medio local, «tenía el pecho tapado» y necesitaba nebulizaciones e inhalador, sin embargo, no recibió los medicamentos porque ese día la farmacia estaba cerrada. Entonces la medicina tradicional fue respuesta, pero ahora con menos efectividad.
El lunes 15 de julio en horas de la mañana personal del ICBF asistió al bebé y lo llevaron al hospital, sin embargo, le suministraron suero por la nariz y se agravó.
A las 5:00 p.m. Mateo recibió nebulizaciones y gran cantidad de acetaminofén. Según el relato, el niño «quedó muerto», entonces tuvo que ser reanimado e intubado.
A las 9:00 p.m. el menor ya reanimado fue sedado para ser llevado a un hospital en Granada, pero por las pésimas condiciones de la vía debió regresar.
A las 10:00 p.m. de regreso al hospital el personal de la EPS solicitó una avioneta ambulancia para trasladar al niño a Villavicencio, pero en el transcurso de la noche no se dio autorización.
Los padres fueron informados que hasta las 6:00 a.m. del martes 16 de julio llegaría la avioneta, sin embargo, transcurrió la mañana y el bebe no fue recogido, mientras sus vías respiratorias sangraban constantemente.
A las 10:00 a.m. del martes los padres fueron informados de que le habían dado prioridad a otra persona y que luego recogerían al menor.
A las 11:30 a.m. del mismo día, el personal médico informó a la madre que el bebé falleció y la avioneta nunca llegó, según se argumentaba por condiciones climáticas.
Los familiares del menor responsabilizan del hecho tanto al personal médico, a la EPS, como al Estado, por no haber dado inicio al plan de reubicación que el Estado debía cumplir desde que les fueron tituladas sus tierras en el año 2017.
Recientemente, la Supersalud advirtió que el cierre de la vía al Llano ha acrecentado falta de oportunidad en la asignación de citas médicas con especialistas, la baja oportunidad en la entrega de medicamentos, y la dilación en el proceso de referencia.