Se pronunció comerciante afectada por remoción de container en la plazoleta Los Centauros

El escrito a través del cual la Alcaldía de Villavicencio le comunicó a la opinión pública la «recuperación» del espacio donde se ubicaba el container de La Ene Café, en la plazoleta Los Centauros, no guardaría completa relación con lo ocurrido, según Natalia Mojica, propietaria de la marca que resultó afectada con la decisión.

De acuerdo con el boletín de prensa No. 286 de la Entidad, «la acción se dio luego de vencerse en diciembre del año anterior el permiso de aprovechamiento económico del contenedor que había sido instalado allí para venta de alimentos, por parte de un particular». Así mismo, en el párrafo subsiguiente dice que «la juez séptima municipal falló a favor de la Alcaldía de Villavicencio y ordenó el retiro de la estructura en un plazo de 15 días», lo que para Mojica representa una falta a la verdad. 

En primera instancia, la comerciante declaró que para la fecha en que la alcaldía decidió dar por terminado el contrato de arrendamiento de manera unilateral (22 de diciembre de 2017), días atrás -el primero de diciembre- este se había renovado automáticamente por dos años más. No obstante, la misiva que vulneró el proceso y llevaba la firma del director de Espacio Público, William Turriago, daba como plazo máximo el 4 de enero de 2018 para levantar el container de ese lugar. Finalmente el plazo se extendió por efecto de los recursos legales interpuestos por la comerciante, con los que pretendía no solo defender sus derechos, sino los de sus colaboradores y proveedores, que hacían parte del presupuesto dispuesto para el próximo bienio.

Como segunda medida, la mujer indicó que de ninguna manera la juez séptima municipal «falló a favor de la Alcaldía de Villavicencio», sino que por el contrario, accedió a mediados de junio a otorgarle a ella un plazo que iba hasta el 31 de julio para levantar el container del sitio que ocupaba, teniendo en cuenta lo engorroso que resultaba la desconexión de los servicios públicos y la remoción de la estructura.

De esa manera, Mojica rechazó el lenguaje «triunfalista» que utilizó la administración municipal para referirse al retiro de su establecimiento, que más allá de ser la anhelada victoria que, según ella, la Entidad quiso hacerle ver a la opinión pública, es el resultado de la vulneración de los derechos de un comerciante más de la ciudad, que trabaja y genera empleo.

Dicho lo anterior, el único fragmento del escrito oficial que queda por confrontar es el de la finalidad que se le piensa dar al espacio que antes ocupaba ese negocio, que según la alcaldía, sería destinado para la promoción de actividades artísticas y culturales. 

Por su parte, Mojica reinventó el proyecto de La Ene Café y lo trasladó a la calle 15 No. 44 – 116 del barrio El Buque, desde donde funciona en la actualidad.