Violencia contra la mujer: Tragedias silenciosas

Colombia es un país marcado por la violencia, donde las mujeres han sido protagonistas de historias de dolor que comienzan a tejerse en muchas ocasiones al interior de los hogares donde los niños crecen con la idea errónea de que las mujeres son para estar en casa y hacerse cargo de las tareas del hogar, mientras que el hombre debe ser necesariamente quien tenga la carga de llevar el sustento diario y así, de esa manera, se establecen roles que más adelante terminan desencadenando diversos tipos de maltrato.

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Son múltiples los factores en los casos de violencia contra la mujer. El territorio llanero ha sido el escenario de aterradores casos que infortunadamente son noticia en el momento y con el pasar de los días quedan en el olvido, convirtiéndose en una cifra más.

Aida Luz y Verónica Pérez, Leidy Tatiana García, Blanca Patricia Pabón y Angie Diosa, son algunas de las mujeres a las que un hombre les segó la vida, acabando con sus sueños y dejando un profundo dolor en las familias que piden justicia terrenal y divina.

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El orden cronológico de estos casos no será el mismo con el que se presentan, pues lo cierto es que aunque fueron víctimas en fechas diferentes y de agresores distintos, causaron gran conmoción y su muerte fue igual de dolorosa para sus seres queridos que han tenido que aprender a vivir tan solo con su recuerdo, con el deseo de que realidad fuese otra y de que algún día pudieran volver a abrazarlas.

Mamá e hija eran Aida Luz y Verónica Pérez

Nombres desconocidos para muchos, pero que se convirtieron en noticia luego de que se anunciara su desaparición el pasado mes de febrero, en medio de una pandemia que como bien ha sido señalado, aumentó los casos de violencia contra las mujeres en los hogares.

Jhon Faber Ladino Durán, pareja sentimental de Aida Luz, les había quitado la vida por razones que aún se desconocen y que son materia de investigación por parte de las autoridades que buscan hacer justicia, pues lograron capturarlo

Aida fue descrita como una mujer humilde, alegre y trabajadora, quien había llegado al Meta luego de que su familia fuera desplazada por la violencia. Se enamoró de Jhon Faber y como si hubiese sido su mayor pecado, confió en él y en ese sentimiento que aparentaba compartir aquel hombre.

Las autoridades se hicieron presentes en la finca donde vivía la pareja junto a Verónica, buscando pistas que ayudaran a dar con el paradero de las mujeres, y fue ahí donde un cachorro que era la mascota, empezó a escarbar y llamó la atención de los policías judiciales que finalmente lograron el aterrador descubrimiento de los cadáveres enterrados en aquel patio.

Feminicidio de Leidy Tatiana García

En un segundo caso perdió la vida Leidy Tatiana García, la historia detrás de aquel feminicidio fue como la crónica de una muerte anunciada, pues días antes de que de manera despiadada la asesinaran, Diego Albeiro Castaño, el mismo victimario que fue su pareja sentimental la había propinado 17 martillazos. Posteriormente y ante las fallas en las medidas brindadas por los entes competentes que debían garantizar su seguridad, aquel hombre se la llevó a la orilla del río Guatiquía en Villavicencio donde la mató y la enterró en una tumba que ya tenía lista.

El homicidio de Blanca Pabón

A diferencia de los mencionados casos, Blanca Pabón no creció en el seno de una familia y cuando la vida parecía que le daba la oportunidad de conocer el cariño de una mujer que la acogió y la trató como una hija más, luego de que sus padres murieran cuando aún estaba muy pequeña, en su vida se cruzó un hombre que la asesinó y del que hasta el día de hoy se desconoce el paradero.

Aquellos hechos se presentaron en la capital del Meta en inmediaciones del barrio La Madrid donde fue hallado su cuerpo tendido en una carretera. Había sospechosos, pero las investigaciones no avanzaron como debía ser y aquel criminal que con un puñal le puso fin a su existencia, sigue libre en las calles quizás en la búsqueda de una nueva víctima.

Angie Diosa, quemada mientras dormía

Finalmente, en un reciente caso que ocurrió en el municipio de Cubarral, Angie Diosa había llegado de Bogotá al sepelio de su padre y mientras dormía, la pareja sentimental de su abuela le prendió candela a las camas donde descansaban ella y su mamá. La joven no logró resistir las múltiples quemaduras y falleció.

Intereses económicos, al parecer, motivaron al victimario, sin embargo, lo más aterrador es que se conoció que aquel hombre ya había asesinado a una mujer que fue su esposa en 1996 y aunque estuvo en la cárcel recobró la libertad para esta vez terminar con la vida de Angie.

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Justicia, es la palabra que más se escucha cuando un nuevo hecho de violencia contra las mujeres sacude el Meta, pero la realidad es que existe una sociedad clamando por acciones reales para prevenir estos hechos y para evitar que existan beneficios que les permitan a los criminales enfrentar penas cortas o escaparse antes de que exista una orden de captura.

Redactado por: Fernando Betancourt Duran

Fuentes consultadas:

• Fiscalía General de la Nación
• MEVIL – Policía Metropolitana de Villavicencio