Crisis sin precedentes amenaza supervivencia de la Unidad de Licores del Meta

La Unidad de Licores del Meta, responsable de la producción del tradicional Aguardiente Llanero, atraviesa una grave crisis financiera que amenaza con llevarla a la liquidación si no se revierte la tendencia negativa en el corto plazo. Las cifras son contundentes: mientras en 2016 las ventas superaban el millón de unidades, hoy apenas sobrepasan las 20 mil.

La caída drástica en la demanda ha generado pérdidas millonarias durante los años 2023 y 2024. Esta situación no solo pone en riesgo los empleos vinculados a la planta y a su cadena de distribución, sino también los recursos que la industria aporta al sistema de salud del departamento.

Entre los factores que han golpeado a la empresa figuran la competencia desleal, el contrabando y la penetración de nuevas marcas como el Aguardiente Amarillo, que ha ganado terreno en el mercado con estrategias agresivas. Aunque se han realizado esfuerzos por recuperar terreno, como el lanzamiento del Aguardiente Llanero 1960 y la apertura de nuevos canales de comercialización, los resultados no han sido suficientes para frenar la caída.

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Frente a este escenario, la Administración departamental plantea una estrategia basada en alianzas con actores del sector privado, modernización de procesos y apertura a nuevos mercados, con el objetivo de salvar una empresa que ha sido símbolo de identidad para los llaneros durante décadas.

El 2025 será decisivo. De no lograrse una recuperación significativa, la emblemática licorera podría desaparecer.