Sagú y chontaduro, las nuevas tendencias de cultivo en el sur del Meta

En Puerto Rico (Meta), los campesinos están sembrando sagú y chontaduro, dos cultivos que han causado sorpresa porque no son tradicionales en el sur del Meta, donde predominan cultivos como el plátano, el cacao y la piña.

Mientras que el sagú está comúnmente asociado a municipios como El Calvario y San Juanito, el chontaduro siempre ha estado relacionado con el Pacífico, particularmente el Valle del Cauca.

Pero ahora las cosas han cambiado.

Sagú

Lo dice Rafael Cruz, el hombre que tiene sembrada una hectárea y media de sagú en una parcela que paga en arriendo a las afueras del casco urbano de Puerto Rico.

Él es el único que permanece de un grupo inicial de 17 socios de una asociación llamada Aprosagú.

Comenzó a recoger la cosecha el año pasado: va a la parcela, recoge el fruto (que tiene forma de tubérculo), lo lleva a su casa para quitarle la piel, pasarlo por un pequeño molino eléctrico y separar la harina del bagazo.

Después, lava varias veces la harina, la esparce en dos láminas que pone al sol y espera a que se seque, algo que generalmente requiere dos días de buen clima.

Finalmente, vuelve a pasar la harina seca por el molino, para hacerla más fina, y la deja lista para la venta.

Rafael la comercializa en panaderías del municipio o su esposa, doña Miriam, la usa para hacer achiras, arepas, panes, mantecada, avena y postres. Todo lo ha aprendido a elaborar por Internet, a base de práctica y de voluntad, porque debe pedir prestado el horno de una panadería para hacer sus productos.

Aunque ellos aspiran a aumentar la producción de sagú para poder vender la harina en Villavicencio o Bogotá.

“Con una libra de harina de sagú aquí, que se vende a seis mil pesos, compran tres o cuatro libras de la otra. Esto es para panes finos, para uno darse gusto. El sagú es una comida muy deliciosa”, dice don Rafael, que espera algún tipo de ayuda para mejorar el montaje de producción.

 

Chontaduro

Para Orlando Monroy, de la vereda San Rafael, el chontaduro es el cultivo llamado a abrir las puertas del desarrollo rural en su municipio.

De momento, él tiene tres hectáreas, pero también lo están cultivando en veredas como El Danubio, Las Colinas, Santa Lucía y Las Cabañas.

Orlando espera empezar a cosechar el año entrante, y piensa desde ahora en la comercialización. “Uno tiene que venderlo hasta por la calle, en una carretilla. Yo aspiro a que nos ayudaran a venderlo así como estoy diciendo, como un tarro de fríjol en Estados Unidos”, dice.

Agrega que del chontaduro se pueden hacer tortas, yogures y otros productos que podrían venderse bien. “Yo quiero ampliar el cultivo, pero entonces queremos que nos ayuden con una planta de procesamiento para darle lo que llaman el valor agregado”.

Por: Juan Fernando Alzate.