De domiciliario a figura política: el meteórico ascenso del novio de Francia Márquez

Rafael Yerney Pinillo Ocoró, pareja sentimental de la vicepresidenta Francia Márquez, parece haber encontrado una fórmula única para transformar su vida en tiempo récord. En menos de tres años, pasó de repartir carnes frías en las calles de Cali a convertirse en una figura influyente en la política nacional, rodeado de lujos que no dejan de generar interrogantes.

Antes de la campaña presidencial que llevó a Francia Márquez a la Vicepresidencia, Pinillo era conocido en Ciudad Córdoba, un barrio popular de Cali, como un joven humilde que trabajaba como domiciliario. Sin embargo, su vida dio un giro cuando se integró al equipo logístico de la campaña de Márquez, relación profesional que terminó en algo más íntimo.

Tras la victoria electoral de Gustavo Petro y Márquez, la figura de Rafael comenzó a brillar con una intensidad inesperada. Desde entonces, su presencia en actos oficiales, su acceso a decisiones de alto nivel y su nuevo gusto por prendas y accesorios de lujo han despertado curiosidad en muchos, especialmente en su natal Suárez (Cauca), donde las preguntas sobre su rápida transformación no cesan.

Aunque no figura oficialmente como funcionario en la Vicepresidencia ni en el recién creado Ministerio de Igualdad, se le ha visto ejerciendo un papel que va más allá de un acompañante. Desde reunirse con representantes gubernamentales en Cali hasta participar activamente en eventos diplomáticos, incluso al lado de figuras internacionales como Meghan Markle, Pinillo parece estar en todas partes.

Solo 2 de cada 10 colombianos votarían por Petro o su candidato, según encuesta

Pero su influencia no ha estado exenta de críticas. Fuentes cercanas a la Vicepresidencia señalan que su nivel de protagonismo ha generado tensiones internas y que, en ocasiones, se toma atribuciones que no le corresponden. Además, su reciente graduación como teniente en un curso acelerado de la Policía Nacional ha añadido más preguntas que respuestas sobre el alcance de su influencia.

Consultado por estos temas, Rafael Yerney ha optado por el silencio. Ni él ni el equipo de comunicaciones de la Vicepresidencia respondieron a las inquietudes sobre su nuevo rol y estilo de vida. Mientras tanto, las especulaciones sobre este peculiar «ascenso social» no dejan de ser un tema de conversación en los círculos políticos y sociales.