Martes, 18 de marzo de 2025

En su estrategia por promover a Villavicencio como destino, el Instituto de Turismo (ITV), destacó la experiencia que ofrece la finca Nakuanü, un escenario natural donde se puede aprender, trabajar y dormir como un verdadero cafetero, pero en el Llano.

Ser cafetero por un día, la experiencia única que ofrece la finca Nakuanü

Este particular lugar ofrece educación, aventura y hospedaje a poca distancia del casco urbano de la ciudad.


En su estrategia por promover a Villavicencio como destino, el Instituto de Turismo (ITV), destacó la experiencia que ofrece la finca Nakuanü, un escenario natural donde se puede aprender, trabajar y dormir como un verdadero cafetero, pero en el Llano.

Armados con botas de caucho, canasto o el denominado “coco”, y un machete, los visitantes se ponen en el papel del campesino desde muy temprano y empiezan por conocer las variedades de plantas que se siembran en la finca turística Nakuanü.

Luego de verse como caficultor se pasa a elegir entre las variedades a germinar, todas de alta calidad en taza, entre las cuales se encuentran de origen panameño, salvadoreño, guatemalteco, ecuatoriano y etíope, el aspirante a caficultor ‘enchapola’ la planta germinada en una matera temporal.

El siguiente paso es trasplantar la chapola en el lote, para después ser abonada y ‘aporcada’.

Café de Sergio, un espacio de inclusión y sabor en Villavicencio

La siguiente experiencia es imperdible. El visitante debe recolectar la cereza por variedades, para luego desplazarse a la máquina ‘descerezadora’ y seguir con el proceso de beneficio. En el siguiente paso degustará tres cafés diferentes de la finca y aprenderá sobre los atributos y defectos en taza.

Nakuanü está en medio de una zona particular para sembrar café, ya que tiene un clima lluvioso en zonas áridas y con escasos nutrientes. Sin embargo, con innovación logró desarrollar un café de especialidad que se vende en en países como Chile, Arabia Saudita y Estados Unidos.

Para finalizar la experiencia, pueden alojarse en los glampings a 1.100 metros sobre el nivel del mar y con una vista privilegiada del río Guayuriba.

Esta particular finca queda a menos de 45 minutos de Villavicencio, entrando por Buenavista a la izquierda hasta llegar la vereda San Juan de Ocoa.