Venezolanos, la otra cara de la moneda
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Venezolanos, la otra cara de la moneda

Clara, invita a los venezolanos a integrarse a esta compañía que les enseña a ser independientes y propositivos laboralmente como forma de colaborarle a Colombia.

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Foto: @ViveElMeta

La migración es el movimiento y abandono de un individuo o población de su lugar de residencia para establecerse en otro país, este fenómeno se da en consecuencia de la vulnerabilidad de los derechos de las personas a causa de problemáticas sociales o económicas.

La capital del Meta se ha convertido en una ciudad de asentamiento para los migrantes venezolanos que a diario entran a Colombia, quienes vienen huyendo de la crisis económica de su país de origen, en busca de oportunidades para poder salir adelante.

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Según Llanovencol, una una organización sin ánimo de lucro que tiene como objetivo trabajar por los derechos humanos de los venezolanos en el todo departamento, son 25 mil ciudadanos ese país lo que se encuentran irregularmente o indocumentados actualmente en Villavicencio.

@LLANOVENCOL

“El hambre y la enfermedad los está matando y ellos como personas tienen derecho a una vida digna”, menciona Alexandra Deridas, directora y vicepresidenta de LLANOVENCOL.

Esta corporación liderada por voluntarios ha logrado contribuir y visibilizar a la población venezolana en Villavicencio con el propósito de reorganizarlos mediante una vida social, laboral y económicamente activa que les permita crecer personalmente generando un aporte positivo a la ciudad.

Entre las labores de gestión humanitaria que ha realizado la fundación está el retorno a Colombia de Clara Inés Balcázar, una mujer de 65 años de edad que hace más de 40 años emprendió al país vecino en busca que una mejor calidad de vida.

Foto tomada el día que Clara (la mujer vestida de verde), emprendió hacía Venezuela.

Allí residió en la ciudad de Caracas durante 40 años, en los que conoció y convivió con una comunidad que la acogió y le dio la oportunidad de trabajar sin señalamientos. Durante ese tiempo Clara laboró como empleada doméstica en diferentes casas de la ciudad, donde nunca fue discriminada por su nacionalidad colombiana.

@foto cortesía

En entrevista con ViveElMeta.com, la adulta mayor confesó que desde hace 4 años regresó a Colombia debido a un accidente de tránsito en el que se vio involucrado su nieto, que en ese entonces tenía 12 años de edad, a quien se le estaba negando la atención medica por haber nacido en Venezuela sin tener en cuenta que era colombiano por sangre, dado que su madre es colombiana.

En este acontecimiento su nieto duró 16 días en cuidados intensivos dado a la gravedad de sus lesiones, mientras que ella y su familia quedaban con una deuda de aproximadamente 200 millones de pesos en gastos médicos, puesto que el niño no era “reconocido” como colombiano por la EPS.

@foto cortesía

Es en ese momento que gracias a la colaboración y el trabajo de LLANOVENCOL, logran registrar al niño en el Sisbén, trasladándolo al Hospital Departamental de Villavicencio donde recibió la atención necesaria hasta salir de peligro y poder regresar a su casa.

“Mis hijos y yo somos colombianos, nacimos aquí, pero la realidad es que aquí no hay hermandad, nos rechazan solo por tener acento, le hacen bullying a mis nietas y eso nos duele, en verdad ahora nos sentimos más venezolanos que colombianos, y añoramos volver aquel país que nos acogió y al que un día miles de colombianos también inmigraron.”, aseguró Clara.

En la actualidad, las circunstancias convirtieron a Inés Balcázar en una emprendedora que a diario busca diferentes alternativas económicas para aportarle a su familia una buena vida, sin importar los rechazos y señalamientos que reciben en las calles por ser venezolanos y por las “ayudas” que reciben por parte del “gobierno colombiano”.

Clara considera que su mayor talento y la mejor oportunidad que pudo encontrar con LLANOVENCOL es el hecho de poder ayudarse a sí misma, a su familia y a los diferentes retornados y venezolanos que llegan en busca de una vida digna y estable que ya no encuentran en su país por las diversas dificultades que vive Venezuela.

Además, invita a los venezolanos a integrarse a esta compañía que les enseña a ser independientes y propositivos laboralmente como forma de colaborarle a Colombia, un país que no tiene presupuesto para sostener una comunidad migrante.

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