¡Vino de guayaba! una nueva tendencia con sello metense

En el municipio de Fuentedeoro (Meta), más de 40 familias agricultoras transformaron la producción de guayaba en una verdadera obra maestra: vino de guayaba, una respuesta ingeniosa para aprovechar los excedentes de sus cultivos y reducir las pérdidas poscosecha.

Estos agricultores, respaldados por la pasión y el ingenio, convirtieron ocho hectáreas de sus fincas en un epicentro creativo. Con una producción anual de aproximadamente 36.000 kilos de guayaba por hectárea, no solo desafían las convenciones agrícolas, sino que también están dejando una marca en el emergente mercado de vinos en Colombia.

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En un país donde se consumen 43 millones de botellas de vino al año, generando ventas por 330 millones de dólares, estas familias encontraron un nicho valioso.

Detrás de esta innovadora iniciativa, se encuentran la Asociación de Mujeres Productoras y Transformadoras de Productos Agrícolas (Asomupro de Oro) y la Asociación de Productores Agrícolas y Pecuarios de Alto y Bajo Sardinata (Agrosardi). Estas asociaciones, llenas de entusiasmo, demuestran que la colaboración y la creatividad son las claves para transformar los productos de la tierra en tesoros apreciados.

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El vino de guayaba, que está a punto de recibir la certificación del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), no solo cumple con estándares de calidad exigentes, sino que también refleja el compromiso de estas familias con la sostenibilidad y la excelencia.

Sandra Milena Montoya, representante legal de la asociación, comparte con entusiasmo cómo el apoyo técnico ha sido vital en su viaje. Gracias a este respaldo, han experimentado un crecimiento comercial a nivel regional, nacional e internacional.