El horror del carro bomba en Villavicencio narrado por sus sobrevivientes

20 años han pasado desde que dos estallidos en La Grama, la antigua zona rosa de Villavicencio, se apoderaran del horror en la ciudad. La guerra, había acabado con la vida de varias personas y dejaba un panorama desalentador.

Durante la madrugada del domingo 7 de abril de 2002, la detonación de un carro bomba en el sector conocido como La Grama, era la muestra clara de que el conflicto en el departamento del Meta y todo el país, se encontraba en su momento ‘glorioso’.

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Nadie lo esperaba, los villavicenses departían y disfrutaban de lo que sería una noche de copas y festejo por el cumpleaños número 162 de la ciudad. Sin embargo, el horror ya se encontraba a la vuelta de la esquina.

Sobre la 1:10 de la mañana, 100 kilos de clorato de potasio fueron estallados, acabando con todo a su paso. Empleados, propietarios y clientes de bares y restaurantes de La Grama, eran las principales víctimas. Además, las edificaciones y vehículos que se encontraban aledañas al carro bomba, también habían resultado seriamente afectadas.

“Yo estaba descansando ya, cuando escuché una explosión pero duro. Se fue la luz, estaba lloviendo. Cuando de repente otra, ¡Pum! Fueron dos bombazos” narró Carlos Chamarro, uno de los periodistas que cubrió los hechos y quien residía por el sector. 

Inicialmente, había explotado un petardo a pocos metros del vehículo que sería utilizado como ‘carro bomba’. Al parecer, este primer estallido había sido el anzuelo para que curiosos llegaran hasta al lugar.

“En el momento de que estalla el carro, lo que nos protege a nosotros es un árbol gigante que había ahí sobre esa cuadra, y sin embargo las imágenes son totalmente impactantes y de horror” así lo relató Andrea Lizcano quien se encontraba en el lugar la noche de la explosión. Además, Lizcano manifiesta que “intentábamos salir de esa cuadra, porque el temor era que había un tercer artefacto”.

Lina Villarraga, otra de las víctimas que se encontraba en el momento exacto de la ‘noche oscura’, asegura que “en ese momento empezaron a estallarse los vidrios y empezaron obviamente a caer las esquirlas. La gente gritaba, la gente obviamente desesperada en la parte de afuera”.

Pese a que para la fecha, la ciudad ya contaba con organismos de socorro, no eran suficientes para atender una emergencia de tal magnitud. Centenares de heridos, requerían asistencia médica de manera inmediata. “Las ambulancias no llevaban uno ni dos, sino que llevaban hasta 4 heridos” expresa Germán Moncada, excorresponsal de Caracol.

“Me encuentro con un piecito pequeño, en un tenis, converse rojo, cortado arribita del tobillo. Esa imagen me conmovió muchísimo, junto a los escombros cantidades de cuerpos cercenados, sin piernas, sin brazos”

Germán Moncada

Alexandra Sánchez también relata los hechos, manifestando no ver nada “todo se pode supremamente negro, lo que empiezo es a sentir mucho dolor, donde siento dolor en mi estómago, le pido a mi novio que me suelte el jean y empiezo a llamar a mis abuelos que en ese momento ya habían fallecido, les pido que por favor me ayuden y que me salven la vida”.

Alexandra, había sufrido una serie de heridas producto de las esquirlas generadas por la onda explosiva, además, su vientre e intestino, se habían perforado con una lata.

Las imágenes fueron completamente desgarradoras para quienes presenciaron lo ocurrido. Cerca de 80 heridos y más de una decena de fallecidos, dejaba el conflicto durante el inicio de la década del 2000.

“Habíamos vivido muchas situaciones, muchos muertos, pero en otras circunstancias, en unos combates, pero en la circunstancia de un carro bomba en La Grama ¡jamás!” expresó Reinel Moncada, periodista de CM&. Quien catalogó lo ocurrido, como “la guerra que vivió Villavicencio, eso fue lo peor”.