Las publicaciones deben haber sido impresas a partir de julio de 2018.
Las cifras confirman que, contra todo pronóstico, los libros recuperan su lugar como el material de consulta preferido por los llaneros.
Como van las cosas, hay expectativa en duplicar en este 2018, el número de libros prestados en el año anterior.
La modificación busca mejorar la experiencia de los usuarios durante su paso por la Entidad cultural.