Luego de una investigación preliminar, Monseñor Óscar Urbina determinó que se trata de "actos de suma gravedad", por lo que remitió el caso al Vaticano.
Según el parte médico, no ha sido intubado y permanece consciente.
El Episcopado de Colombia justificó la manifestación al expresar que es producto del "cansancio y el descontento ciudadano.