Esta vez la entidad habría incurrido en violaciones al régimen jurídico de Habeas Data, es decir, manejar información de los usuarios sin autorización.
Por lo pronto, la entidad queda en manos de la Junta Directiva que sesiona en Bogotá en la sede de la Superintendencia de Industria y Comercio.
La junta directiva de la CCV sesionará por ahora en Bogotá en la sede de la Súper, que se encargará de las convocatorias.
Ahora él deberá lidiar con la profunda crisis económica y de crédibilidad, en la que sus antecesores han sumergido a la entidad.