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Mujer desesperada busca a su esposo secuestrado en Mapiripán
Vladimir Esquivel desapareció con su amigo Reinel Beltrán, cuando se dirigían a realizar labores de pesca en la vereda Puerto Alvira.
El temor se ha apoderado de Nubia, esposa de Vladimir Esquivel, quien junto con Reinel Beltrán fue secuestrado el pasado 22 de diciembre en la vereda Puerto Alvira mientras se dirigían a realizar actividades de pesca. Desde aquel día, no se ha tenido ninguna información sobre el paradero de los hombres.
La extorsión
Nubia decidió instaurar la denuncia por desaparición a mediados de febrero, pero hasta ahora las autoridades no han logrado dar con el paradero de su esposo. La incertidumbre se ha agravado en los últimos días, cuando recibió una llamada de un supuesto funcionario del CTI, quien le tomó declaraciones. Sin embargo, posteriormente se descubrió que esta persona no era un funcionario legítimo.
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La situación se tornó aún más angustiante cuando Nubia comenzó a recibir llamadas de individuos que aseguran pertenecer a las Autodefensas Gaitanistas de Puerto López. Estos supuestos captores le exigieron inicialmente 50 millones de pesos para garantizar la vida de su esposo.
«Me amenazan a mí y a mi familia. Dicen que los van a matar y que me lanzarán una granada a la casa. Inicialmente pidieron 60 millones de pesos, pero después dijeron que mis condiciones no daban para tanto, que les tenía que dar 2 millones de pesos», afirmó Nubia con voz temblorosa.
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En un intento desesperado por asegurar la vida de su esposo, Nubia entregó una suma de dinero que le solicitaron y que debía consignar en una cuenta que coincide con el número telefónico del supuesto investigador del CTI.
Un grito de justicia
Ante esta terrible situación, Nubia implora el apoyo de las autoridades para dar con el paradero de su esposo y confía en que se encuentre con vida. Además, insta a que se tomen acciones urgentes para resolver este caso y llevar a los responsables ante la justicia.
La comunidad de Mapiripán y sus alrededores también se unen en solidaridad con Nubia y las familias de los desaparecidos, exigiendo a las autoridades que se intensifiquen los esfuerzos para esclarecer este crimen y garantizar la seguridad de los habitantes de la región.
El tiempo apremia y la angustia crece. Nubia espera que su llamado sea escuchado y que se actúe rápidamente para encontrar a su esposo y brindarle la justicia que merece.
