La demandante es la organización Cenaprov, que alega el incumplimiento del municipio a una sentencia del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, y los perjuicios causados por ello.
El uniformado víctima de la supuesta agresión verbal, aseguró que entre los gritos de "empanadas", los niños también decían palabras groseras.
Su expareja golpeó y amenazó con apuñalarla con un destornillador.
Los candidatos accedieron a retirarlas voluntariamente hasta cuando el alcalde firme el decreto que reglamentará su uso.
Es poco probable que antes de las próximas elecciones regionales se resuelva el diferendo limítrofe entre ambos departamentos.